miércoles, 6 de diciembre de 2006

El perfume, historia de un asesino

Y está claro que hay olores que matan. Todos tenemos olores especiales que nos conmueven. Para mi el olor de la hierba cortada o el comienzo de la lluvia son especialmente atrayentes y sin embargo, otros más fuertes y normales para el resto del mundo me pasan desapercibidos. Esta película es sin duda una de esas con escenas que llegan a causar asco y repulsión en el espectador con tal de transmitir las ideas y sensaciones. No leí el libro pero tiene que ser impresionante. La película narra la vida de un ser con un don especial residente en su increíble olfato y en cómo su búsqueda por intentar conservar para la siempre la esencia de la belleza lo llevan al asesinato. Me recordó mucho El vientre de París de Zola, donde las sensaciones de ese realismo mágico lo inundan todo y en determinados momentos incluso llegas a sentir lo que el libro te transmite. Es un poco como lo que contaba Stendhal: la sublimidad ante lo bello genera un sufrimiento tal, que causa placer en el espectador pero también terribles sensaciones y angustias, como las del protagonista.

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