miércoles, 4 de abril de 2007

En busca de la felicidad

Yo siempre suelo ver el vaso medio vacío porque a base de hostiazos saqué la conclusión de que no es bueno alegrarse mucho ni ilusionarse con nada porque cuanto mayor sea la esperanza de lograr algo, más grande es el golpe si no lo logras. Por lo tanto, cuando intentas no poner demasiadas ilusiones en algo y lo consigues, la alegría es doble. No siempre funciona, hay veces que por más que intentes sacarte algo de la cabeza no lo logras y cuando la respuesta es "no" quedas un pelín mal. Pero cuando es algo que realmente no esperas se produce uno de esos "días extraños". No quiere decir que no me empeñe en hacer algo que creo que puede funcionar porque si digo que lo puedo hacer, lo hago. Y más o menos de lo mismo va esta película. Quien lo ha visto y quien lo ve, sigue siendo el Príncipe, en esta ocasión pupas, pero al final triunfa. Entretenida. Triste. Buena.

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