martes, 3 de abril de 2007

Hannibal Rising

O lo que es la traducción a las pantallas españolas "El origen del mal". Esta es una de esas llamadas "precuelas", que antecede a películas anteriores ya realizadas sin que se diera un comienzo, algo tipo la serie Star Wars y los bodrios precuelenses que salieron a continuación en comparación con las tres películas originales. Esta película narra el por qué de la frase tan celebrada en Hannibal de "Voy a tener que comerme a su esposa". No lo voy a negar, el doctor Lecter es uno de mis personajes de ficción favoritos y un santo más del que acordarse en momentos de angustia X-D.
Persona culta donde las haya -es que me encanta- le da un toque diferente al sicópata de película habitual y otra de esas frases para la posteridad es la de "¿Cómo Dante o como el profeta?" antes de lanzar al detective por el balcón -tripa fuera o tripa dentro-. En estas tres películas sobre la vida del tenido por monstruo se da una evolución terrible que perfila mucho más a cada paso el personaje y sus por qués. Si en la primera es un asesino sabiondillo metido en una celda de seguridad, en la segunda ya es un sabio obsesionado con una mujer y con preservar su vida. Esta tercera le da un giro total y pese a que no sale Anthony Hopkins -que lo borda allá donde vaya- no está nada mal, el chico se esfuerza y le da un aire muy siniestro al papel, casi parecido al original pero muy lejano. Me encanta la tía Murasaki del señor Lecter: con una familiar así, cualquiera no la arma ante el primer capullo que se te cruce... Por cierto, la chica tiene un cierto don para alejarse de las escenas del crimen con esa mirada lánguida atrás al irse que ya lució en Memorias de una Geisha y 2046, es que es buenísima.
Película buena, no negaré que me gustó, y mucho menos sanguinolenta y visceral que sus predecesoras -o sucesoras, según se mire-. Eso sí, creo que hay un error bastante gordo desde mi punto de vista y que me gustaría si alguien conoce el tema que me lo confirme: cuando sale Lady Murasaki en la casa de París, ¿es un retrato de funcionario chino lo que tiene en la pared frente a la armadura japonesa? Creo que si es cierto lo que creí ver, es un error bastante garrafal. A ver si alguien me lo confirma.

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