jueves, 17 de enero de 2008

Un día de viento

Hay días en los que uno no debería levantarse de la cama, pero si lo hace y descubre que una vez más en menos de tres semanas vuelve a tener la garganta hecha un asco y fiebre -debe ser cosa de pasar de 8 grados a 21 en cuestión de horas-, puede pasar cualquier cosa.

Hace un viento de la hostia, parece que va a jarriar agua en breves. Haces la compra a toda mecha maldiciendo el tener garganta. Vas a pagar y te dice la cajera:

- Ya me podías decir donde regalan estos billetes, que hoy toda la mañana me los llevan dando.

- Pues a mi me lo regalaron los Reyes Magos...

- ¿Y no te da pena gastarlo en comida?

- Pues no: o comes o te comes lo que compres con el billete...

Y sales por la puerta con cara de extrañeza. Vas a por el pan. Una cola de tres pares... y tú al final. Ves que comienza a llegar gente que pasa de la cola y se coloca delante del todo. Salta el tic y piensas eso de "estoy muriendo en esta cola y la gente se cuela. Que alguien me de un arma, que provoco una masacre o mejor, empiezo a escupir y le pego la peste a todo el mundo". Pero no, sigues esperando y cuando te das cuenta estás en medio de una cola tremenda. Y empiezas a notar presión en tu bolsa de la compra y bolso.

Miras atrás y hay una tierna viejecita. Miras hacia adelante y sigues intentando no caer al suelo de la mierda del catarro. Cada vez más presión. Piensas "¿me querrá robar la cartera la paisana?" y toses con todas tus ganas mientras meneas toda tu compra y toda tú a ver si la señora se cosca de que estás ahí. Y cuando te das cuenta la tienes subida a la chepa. Menos mal que por fin llega tu turno.

- Buenos días, ¿qué le pongo?

- Ponme un valium, digo una barra.

Yo es que no me explico qué le pasa al prototipo de mujer de pasados los 70 que tiene que guardar una cola: siempre se acaba subiendo encima de uno de tanto empujar. ¿Sus motivos posibles?

  • Tiene frío y se arrima a ver si le das calor.
  • Tiene prisa y empuja a ver si la cosa va mas rápido.
  • Tiene prisa y empuja a ver si te largas y pasa ella delante.
  • Tiene ganas de tocarte los cojones y por eso te empuja, o lo piensas tú que estás que no te aguantas.

Y como hay días en los que no se aguanta ni uno mismo, como para más aguantar a una señora que quiere que la lleven a burro, para la próxima tengo preparada una frase. Me volveré al segundo empujón y le susurraré al oído:

"Oiga, como no deje de frotarse así, me va a poner cachonda".

Todo sea que sea ese el motivo por el cual las señoras mayores de 70 años te empujan en las colas: quieren guerra.

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3 Comments:

Blogger fifilota said...

Pues si... la verdad es que coincidir haciendo la compra con mjeres mayores de 70 años... es un poco desesperante!!!!

19 de enero de 2008, 9:41  
Blogger fifilota said...

Por cierto, ¿Cuál es tu mail para mandarte mi dirección?

19 de enero de 2008, 9:55  
Blogger Hiroshige said...

Pues sí ;-)

20 de enero de 2008, 16:03  

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