domingo, 7 de diciembre de 2008

La experiencia "conguito"

Pues sí. Yo también caí en la tentación.

Hace unos mesecillos entre unos amigos le regalamos a Cova un pase para dos a un spa, y como nos pillaba cerca, nos sumamos a "la experiencia".
La cuestión es la siguiente: para el verano hay masajes refrescantes de menta, hay masajes de aceites esenciales hidratantes y..., cómo no, masajes de chocolate.
¿A cuál vamos? Pues no hubo duda alguna: al de chocolate.
Había dudas porque a quién no se le cayó nunca chocolate encima y menuda guarrada que se montó, pero allí acabamos.

Como "vivencia" no está mal: llegas, te dan un tanga de pseudo-tela de lo más erótico, te ponen una mesa de masajes con un "plastiquillo" que confirma tus sospechas de que la cosa pringa y comienza el asunto con un entafarre previo de aceite de almendra frío y un posterior unte de chocolate caliente. Sí, sí. Si hay duda al respecto de la naturaleza del chocolate, la despejo: el chocolate usado -al menos aquí- fue chocolate chocolate puro de eso amargo de narices y en pastillitas que se deshace al baño maría y posteriormente se extiende por la persona como si de un pastel se tratase.
Si no se le va la mano con el calor, la experiencia del calorcillo derramándose sobre la piel presta. Sobre todo si el día era frío y lluvioso como el de ayer.

Cuando uno está totalmente embadurnado, se le envuelve en el plastiquillo de la camilla y se le deja unos minutos. Se le deja con la sensación de ser un caramelo de esos forrados de chocolate con su envoltorio puesto a la espera de... Bueno, a la espera del permiso para poder quitarse aquello de encima. Entonces es cuando te levantas de la camilla y te doblas de la risa al ver la pinta que tienes en el espejo que hay en la cabina, pero la risa se corta de repente cuando te piensas eso de... ¿y cómo carajo me llevo la ropa al vestuario sin pringarla?

Lo peor es la duda previa de si apestará. ¿Nunca hicisteis un pastel de chocolate en casa y todo, absolutamente todo, apestaba a chocolate de tal manera que se hizo necesario abrir puertas y ventanas y luego quedó aquella sensación tan asquerosa en la nariz? Pues eso aquí no pasa.

Y, bueno, luego se tiene que quitar uno mismo el pringue y... no se puede usar jabón, con lo cual cuesta un poco más.

Eso sí: huele tan sumamente rico que apetece chuparse. Y eso no debe ser muy sano X-D

No estuvo mal como experiencia y además sienta muy bien, al menos a mi que tengo la piel hecha polvo y me quedó nueva.

Por cierto, "alguien" no pudo dormir de noche porque el chocolate puro actúa como el café.
Yo es que me parto x-DDDD

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3 Comments:

Blogger Pilar said...

Que curioso!! A mi me regalaron un tratamiento con chocolate pre boda. Lo del tanga se las trae, la verdad. Y no se que fue lo mas divertido, si el hecho de que en la ducha de la cabina en la que me tocó no hubiese agua caliente, o que el masajista midiera metro y medio, y usara una escalera para aplicarme el tratamiento. Que momentazo Gulliver X)

8 de diciembre de 2008, 9:41  
Blogger anita said...

suena estupendo!!, tomo nota lo de que el chocolate actúa como la cafeína, muy interesante...

10 de diciembre de 2008, 13:31  
Blogger Hiroshige said...

Pilar, vaya tela. Entonces como a Cova que se lo reglamos a ella y fue la que peor lo pasó. Lo del tanga... como que no sabes muy bien la postura y lo del agua caliente tuyo, ¡vaya pedazo putada!porque te costaría un webo quitarlo con el frío -a parte de la congelación-. Oye, ¿pero la mesa de masajes no subía y bajaba?

Anita, si te desvela el café, ándate con ojo con el chocolate puro que de verdad "funciona".

10 de diciembre de 2008, 16:56  

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